El suceso se produjo el pasado 16 de julio en una residencia de la compañía Orpea. El anciano, de 79 años llevaba únicamente 10 días en dicho geriátrico y, pasados esos 10 días, acabó precipitándose desde un cuarto piso del edificio, tras acceder al cuarto de calderas. Cabe destacar que este centro está especializado en salud mental.
Según recoge el historial médico del residente, él sufría una “sintomatología depresiva con tristeza”. Además, también afirma que tuvo “dos recurrencias depresivas (en 2019 y en 2021)”. A todo esto, hay que sumarle que recientemente le habían detectado un deterioro cognitivo y una demencia con cuerpos de Lewy. Este último provoca alteraciones en el estado de ánimo y pensamiento.
El periódico “El Español” ha podido acceder al informe de la Policía Nacional donde se confirma que la causa de la muerte del anciano fue por “etiología suicida (precipitado)”. El parte de defunción, redactado por el Summa 112, certifica que se trató de una “muerte violenta/muerte por precipitación”.
Tras este acontecimiento, los dos hijos del fallecido y la viuda, representados por el letrado Francisco Jiménez, del despacho de Zaballos Abogados, denunciaron a la compañía Orpea y solicitaron al juez que recabase las grabaciones de las cámaras de seguridad, antes del borrado. La titular del Juzgado de Instrucción número 19 de Madrid, así lo ha ordenado.
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