La Inteligencia Artificial está de moda desde la irrupción de ChatGPT en el mundo de los usuarios comunes de Software, lo que incluye a los abogados. Ha pasado relativamente poco tiempo desde que Open AI abriera al público su producto. No hay reunión de trabajo de alto nivel, desayuno profesional, charla, conferencia, cualquier entorno dirigido a directivos o profesionales donde no se haga mención de la Inteligencia Artificial. Hablamos de la Inteligencia Artificial en la abogacía.
Parece ser que estamos ante un tren dispuesto a arrollarlo todo a su paso: cambiará la metodología de trabajo, la productividad, la necesidad de puestos de trabajo, nuestros hábitos laborales, etc. Ahora bien, analizando objetivamente en qué punto estamos ahora mismo, en el hoy, a fecha de 15 de marzo de 2024, nos envuelve más el marketing sobre el potencial de la IA Generativa que lo que es capaz de hacer. Todo el potencial de la Inteligencia Artificial con el que nos podamos sentir ilusionados y/o apabullados, mañana puede ser un hecho.
La realidad es que nadie sabe bien cuánto de rápido va a avanzar ese potencial ni por cuánto tiempo. Todo apunta a que el recorrido de la IA Generativa apenas acaba de comenzar y que su estancamiento ni se otea aún; no al menos para los usuarios comunes.
Centrándonos en lo que la IA Generativa es capaz de hacer a fecha de hoy, nos preguntamos sobre lo que puede ofrecer a los abogados. Zaballos Abogados, despacho abogados Madrid, te lo explica. Lo primero que debemos distinguir es el producto original de sus versiones mejoradas y adaptadas. Open AI ha desarrollado un modelo de lenguaje predictivo.
No vamos a describir aquí cómo se crea la IA Generativa ni cómo funciona, pero es importante saber qué es. ChatGPT es un software que, transformando las letras, palabras o frases en números, mediante operaciones matemáticas, consigue predecir un texto. ¿Cómo lo consigue? Básicamente, con una base de datos descomunal y una cantidad ingente de pruebas de ensayo-error, mediante las que “aprende”. Al fin al cabo no son más que cálculos matemáticos. ChatGPT no entiende, no razona, no sabe lo que significan las cosas.
Open AI no solamente ha puesto este producto a disposición del público, sino también a disposición de desarrolladores. Sobre este modelo de ChatGPT, integrando una base de datos jurídica, pueden crear una Inteligencia Artificial Generativa para profesionales del derecho. Además, hay ya otras casas desarrollando modelos básicos alternativos al de Open AI. Inteligencia Artificial Abogacía.
¿Qué puede ofrecer la Inteligencia Artificial a los abogados?
El mercado está abierto y en evolución constante. En el sector jurídico, la integración de la IA con las bases de datos jurídicas hace que ya se estén ofreciendo productos muy interesantes a los abogados; si bien, aún muy caros. No obstante, debemos advertir de que hay un marketing y una sobrevaloración de la IA para los abogados algo exagerada en la presente fecha.
La IA Generativa puede usarse como una herramienta auxiliar: para resumen de documentos, bocetos de documentos, análisis simple de Jurisprudencia, esquematizar, procesamiento de múltiples fuentes normativas, etc. Quizás algo parecido a lo que podría hacer un pasante tremendamente torpe y rápido. Todavía, a nivel de textos jurídicos, la IA “alucina” bastante, por lo que requiere una corrección continua y minuciosa en el texto que predice.
Esto se irá mejorando con el tiempo y a fuerza de entrenamiento. La gran pregunta que nos hacemos los abogados es ¿podrá algún día redactar una demanda a partir de unos hechos? La inteligencia artificial en abogacía, en cierto modo ya lo hace, y hasta cita las normas o sentencias adecuadas (tras haberle integrado bases de datos jurídicas), si bien, lo hace muy mal. Vamos a ver cómo se van a poner en el mercado en los próximos meses programas con una IA cada vez más “depurada”, capaz de redactar demandas y denuncias casi perfectas. No tenemos dudas de que eso va a pasar. Lo cierto es que un abogado siempre tendrá que corregir, supervisar, mejorar, añadir matices, planificar, poner su aporte de inteligencia humana en el producto de la IA. Todos sabemos que el robot DaVinci opera, pero hay un cirujano detrás; o que un avión comercial navega con piloto automático, pero hay un piloto detrás.
A modo de conclusión, pensemos en lo importantes e imprescindibles que son para nosotros los buscadores de Jurisprudencia. Ahora bien, después de muchos años con ellos, ¿quién todavía no se desespera a veces a la hora de encontrar la norma o resolución adecuada a su caso? Con la IA Generativa pasará lo mismo: habrá tareas jurídicas que las hará muy bien y velozmente, y otras encomiendas no será capaz de ejecutarlas correctamente; no al menos mientras todos los sistemas operativos estén basados en ceros y unos. El siguiente nivel: la computación cuántica, pero eso aún queda “muy lejos”.
Artículo de Francisco Jiménez, director general de Zaballos Abogados.
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